El cuadro fué comprado por el VII duque de Berwick y XIV duque de Alba, don Carlos Miguel Fitz-James Stuart, en Florencia en septiembre de 1817. Como advierte Ángel M. Barcia, perteneció a la Galería Salviati.
La minuciosa descripción ayuda a comprender en qué medida esta delicada tabla se relaciona con el famoso retablo de la Villa Albani pintado en 1491 para el cardenal Giuliano della Rovere. Sánchez Cantón considera nuestra obra como versión de aquel, propiedad del Príncipe Torlonia. Las diferencias más notables se encuentran en el fondo (arquitectónico en la pintura de Roma) y en la presencia de San Juanito, que falta en aquella. El tondo muestra además un ángel en lugar de dos. Debe señalarse la semejanza entre el Niño y el que figura en otro tondo de estas colecciones, copia de un original perdido de Rafael (P.134).