Colección de piezas romanas: cabezas, bustos y torsos esculpidos en mármol que se sitúan en el apeadero del Palacio de Las Dueñas. Faunos, hombres de a pie, emperadores romanos como Druso; Tiberio, segundo emperador de Roma; o Nerón, último emperador de la dinastía Julio-Claudia; Trajano, nacido en Itálica (Santiponce, Sevilla), o el Emperador Augusto, primer emperador romano siendo el reinado más prolongado de la historia. También presentes los dioses griegos, como el dios de la vendimia y el vino, Dionisio; Priapo, dios menor rústico de la fertilidad; o, Diana cazadora, la diosa romana de la caza, protectora de la naturaleza y la Luna.
Aunque la escultura romana tuvo infinidad de representaciones, soportes y funciones, no cabe duda que es el retrato la más sobresaliente.
Precisamente, la escultura romana destacó sobre la griega en lo relativo a la creación de la escultura-retrato. Y es que el retrato romano hunde sus raíces en el arte etrusco, aunque también en el mundo helenístico griego y en las "máscaras mayorum", es decir, máscaras de cera que se aplicaban al rostro de los difuntos para su recuerdo y culto posterior.
Los materiales más utilizados en el retrato romano fueron el bronce y el mármol: Las estatuas eran apolícromas, no estaban coloreadas, salvo en un primer momento en que los ojos sí se coloreaban, práctica que se abandonó posteriormente para ser tallados.
La escultura romana del retrato nació para el emperador y luego se adaptó a otro tipo de personajes pudientes que pudieron costearse el trabajo de los artistas.
Esto añade un interés indiscutible a la visita de la Casa Palacio de las Dueñas, que además del valor arquitectónico y el interés histórico suma también una importen colección arqueológica que la convierten en uno de los grandes intereses de Sevilla a nivel turístico.